lunes, 3 de diciembre de 2012

Delivery en la Ciudad de Buenos Aires

Por su pinta poeta de gorrión con gomina… Así empieza uno de los tangos más conocidos. ¿Se imaginarían esos guapos de antaño que cantaban en los arrabales, que cabeceaban para sacar a bailar una mujer, en qué se convertiría muchos años después Buenos Aires? Ciudad trasnacional, como el resto de las ciudades, ya con pocas cosas que la representen, que la distingan o diferencien de otras del resto del hemisferio. Con shoppings, igual que el resto, las mismas marcas que el resto y una estética que se va asemejando cada vez más en todas ellas, productos de esos fenómenos actuales que van trazando una línea homogénea tanto en las apariencias como en las costumbres y en los grupos que se identifican con ciertas tendencias que son internacionales también. Por ejemplo los ritmos, los deportes y la gente que adquiere modas y formas de comportarse y vestirse en torno de esas variables. Otra cosa que no puede faltar en ninguna ciudad es el delivery, la comida a domicilio es ya una marca registrada de cualquier lugar. Uno sabe que se mude donde se mude, podrá pedir delivery. Y las costumbre típicas también se van perdiendo y aparecen comidas, las comidas rápidas por ejemplo, que se pueden conseguir en todo el mundo. En cualquier lugar puede uno encontrar un Mc Donalds’s. Ojo, esto no quiere decir que en todos lados se encuentren las mismas comidas, eso es algo que tal vez se mantiene con el correr del tiempo. Por ejemplo, la napolitana con fritas es un clásico de Buenos Aires, diría de Argentina. Igual que lo son el asado, igual que lo es el mate o las empanadas por ejemplo. Eso no se ve en muchos otros lugares, así que si bien todo se va tornando cada vez más homogéneo, en ciertos detalles pueden verse todavía las diferencias que prevalecen.